En más de una ocasión comenté que mi pro fesión podría haber sido la de detective, aunque nunca la hubiera incluido en la breve lista de posi bilidades que barajé cuando tuve que decidir mi futuro. Tras una larga reflexión que estuvo lejos de resultar fácil y mucho menos lineal, acabé por matricularme en Medicina y especializarme en Medicina Interna. Se trata de una disciplina en la que el éxito del facultativo depende de su destreza y perspicacia para descubrir rápidamente y con acierto las dolencias que aquejan al paciente. [...] En mi carrera hubo momentos en los que el diagnóstico resultó tan difícil que llegué a com parar la búsqueda de la enfermedad con la deten ción de un delincuente que ha planificado muy bien sus pasos. Puede que esta comparación no resulte tan descabellada si tenemos en cuenta que, en ambos casos, el éxito solo se puede alcanzar a través de una investigación rigurosa y bien orien tada que nos lleve hasta el objetivo deseado. [...] Esta obra se basa en unos hechos reales que me sirvieron de guion. A partir de ahí, fui intro duciendo dosis variables de imaginación como si se tratara de un guiso al que se añaden pro gresivamente los condimentos necesarios para enriquecer el resultado final. De hecho, a partir de determinado momento llegué a confundir la realidad con la ficción.